"El
duende es un poder misterioso que implica
otra
manera de pensar y de sentir."
LITA
CABELLUT
INTENSIDADES
La
forma narrativa obedece a un ritmo, es la síntesis de una métrica que hace
latir el tiempo en periodos regulares con un acento que modifica la longitud o
la amplitud del lienzo. Esta propiedad vibratoria y musical aparece con
evidencia en la serie "Lágrima Seca", donde los retratos y figuras
que la componen nos transmiten una INTENSIDAD sonora llena de sensualidad,
marcando un compás donde desaparecen y se diluyen las notables diferencias
entre dos culturas que ya no tienen necesidad de recordar su pasado, ya no
necesitan procedimientos especiales para fusionar su relato, pues los
personajes representados llevan en su interior ese ritmo entrecortado,
íntimamente guardado y al escucharlo un acento circunflejo se cierne sobre
nuestro corazón, trasladándonos a ese territorio confidencial del diálogo
interno, donde un conjunto de emociones se yuxtaponen, mezclando las ideas del
saber hacer, del saber mirar o del saber escuchar.
Desde
el origen, el grito es la mayor manifestación de excitación de la materia viva,
ya sea en el dolor o en el placer. Un trazo sonoro, una envoltura verbal, un
lamento exacerbado, nos recuerda que nos hallamos delante de un territorio
vertiginoso que se extiende entre el cuerpo y los símbolos, entre el signo y el
lenguaje, donde la palabra ejerce de boomerang entre el interior y el exterior
de nuestros sentidos. Intuimos un grito profundo de alarma, de protesta y
libertad que atraviesa las imágenes de los cuadros de Cabellut, dentro de un
organizado delirio que va transformándose en poesía. Una poesía que inunda
nuestros oídos con su música callada, con su sordo "QUEJÍO", que a
veces por su INTENSIDAD, nos impide deambular entre los poros de sus enormes
cuadros. Todo un abanico de interrupciones del pensamiento, queda relegado a la
esfera del lenguaje, sin ejercer violencia alguna contra nosotros, más bien al
contrario, con su muda melodía nos acompaña en nuestro viaje por un pensamiento
ajeno que constituye una ruptura de la subjetividad. El "DUENDE"
emana energía y con su ritmo musical nos va acercando a un universo donde los hechos
cotidianos, serán considerados la fiel manifestación de nuestra forma de pensar
y de sentir. Una visión muy sutil de la vida, adaptada a la capacidad humana de
componer signos y figuras, dentro de un caos en perpetua rotación.
El
concepto budista MONO NO AWARE, utilizado para transmitir en el arte oriental
una sensación de bella tristeza, de triste melancolía, nos envuelve desde su
fugacidad, insistiendo en los conceptos tiempo, espacio y materia como refugio
para nuestra sensibilidad atravesando nuestros pensamientos en silencio. La
complejidad y arbitrariedad de las texturas también son elementos esenciales en
estrecha relación con la cultura oriental, concretamente con el WABI SABI o
arte de la impermanencia japonés, ya que sin ellos, las piezas no sugerirían
realmente la naturaleza de la evolución de un pensamiento, basado en la idea de
la perfección como concepto inalcanzable. Este principio se refleja en las
telas de Cabellut, cuya superficie no llega a tener un acabado suave y pulcro,
sino al contrario, son el resultado de la descomposición de la naturaleza
orgánica de sus propios materiales, tras un proceso de investigación muy
complejo, que ha tardado más de cinco años en realizarse.
El
lienzo se convierte en mesa de laboratorio, produciendo resultados sorprendentes,
donde se añade la expresividad de la propia materia en conjunción con
diferentes capas de colores.
Para
adentrarnos en el origen y evolución de la técnica pictórica de Cabellut,
tendríamos que trasladarnos hasta el Antiguo-Egipto y descubrir el PALINSEPTO,
basado en la idea de sobrescribir o repintar sobre papiros o tablillas de
madera, diferentes textos y jeroglíficos que se iban superponiendo. Un método
excelente aplicado a la pintura, donde la materia ordenaba el proceso creativo.
Pintar, borrar y añadir nuevas capas de pintura, de forma casi simultánea, para
hacerlas coincidir sobre la misma superficie.
Más adelante e insistiendo en la
misma idea, aparece la
XILOGRAFÍA o UKIYO-E, que se desarrolla en Japón durante el
siglo XII, consistiendo en un grabado o inscripción sobre madera de cerezo, que
servía para estampar las telas. Se elaboraban varias planchas de la misma
imagen, una por cada color y se iban estampando sucesivamente, una sobre otra
en el mismo lienzo. A diferencia de la gráfica occidental, en Japón no se
utilizaba la prensa, sino un redondel de cuerdas que servía para presionar
sobre la parte trasera de la tela, con movimientos circulares. Un proceso
artesanal que requería una gran habilidad y que fue aplicado a planchas de metal
por Durero en 1498, para la realización de su fantástica serie
"Apocalipsis".
Avanzando en el tiempo, con el expresionismo alemán,
surge la técnica del IMPASTO que también consistía en ir añadiendo
sucesivamente, sobre una superficie espesa de pintura aún muy húmeda, colores y
texturas que producían grietas y estrías por donde guiar el ojo más allá de lo
visible, la mano e incluso el brazo del artista fuera de sus límites,
consiguiendo un efecto tridimensional en las obras.Materia-fetiche, trazos y
formas en conjunción con masas de colores, el significante sustituyendo de
nuevo a la parte simbólica, un viaje en espiral de Auerbach a Tàpies hasta
llegar a Richter, donde la depuración y sofisticación de ésta técnica alcanzará
su punto más álgido. Aplicando la teoría del referente y asimilando la
influencia de sus grandes maestros, Cabellut añade además a sus telas la
técnica del CRACKING, proceso de destilación de las moléculas de ciertos
compuestos químicos, que a altas temperaturas las transforma y ramifica en
otras más simples, pero no menos impactantes.
Los
cuadros que componen la colección "Dried Tear", van a concentrarse en
un modelo del mundo en constante desplazamiento, entregándonos la identidad, la
forma acabada de un rostro, como signo de lo estático, como superficie donde
introducir nuestra subjetividad y sus fuerzas pulsionales. Un lugar de
encuentro del conjunto de impulsos e INTENSIDADES individuales, que componen la
vida humana. Sensible a ese "eterno retorno", reflejan el rumbo cambiante
del rostro, transmitiendo la sensación de movimiento, intensificando las
formaciones del espíritu. Parece como si los rostros estuvieran cuarteados,
erosionados y en conexión con los demás rostros, en una red compleja que nunca
se detiene.
Una tensión constante entre umbrales y deslizamientos progresivos,
que alteran el mundo cambiante de la existencia, rompiendo en su círculo
vicioso con la tendencia a la uniformidad con la que imaginamos nuestro propio
rostro, el signo más visible del perpetuo cambio. Un modelo de figuración que
ata nuestro pensamiento a la ficción, a la fábula de un cruce quebrado de
conexiones entre dos culturas en perfecta armonía. Oriente-Occidente, dos
formas distintas de interpretar un mundo repleto de signos, de sustituciones
simbólicas, de niveles dialécticos yuxtapuestos, en los que Cabellut actúa de
mediadora, como alquimista de la materia, para restablecer el uso simultáneo de
dos funciones correlativas: la imaginaria y la simbólica en el Arte Universal.
5 comentaris:
Muy bonito artículo y preciosa expo. Pero se dice palimpsesto. Antes de usar palabras complicadas, es mejor asegurarse...
Qué fácil es criticar Don/ña Perfecto/a Anónimo/a...
Muchas gracias por tu artículo y tu trabajo, me ha encantado descubrir a esta artista, en este país siempre igual, hasta que no se reconoce tu trabajo fuera, ni puto caso... el país de la envidia y el critiqueo fácil (como puede comprobarse en el comentario anterior jeje). Un lapsus lo tiene cualquiera y más al escribir con estos chismes del demonio...
Impactante ! ... Que Bello Trabajo - Felicitaciones.
Qué fácil es criticar a los que critican y qué difícil resulta criticar a los que critican a los que critican. Tanto, que creo que nadie me va a criticar por haber criticado a los que critican y, si lo hacen, en todo caso, les habrá resultado dificilísimo. Esperaba más técnica pictórica en la técnica de Lita y menos Camilo Psesto. No obstante, me gusta que la prensa resalte la su condición gitana como algo positivo, aunque no tanto la sórdida historia de la madre gitana y prostituta que la abandonó. Valoro, sin embargo, la capacidad de Lita para sobreponerse a estas trágicas circunstancias.
Creo que hay que dejarse de hablar, lo importante es mirar y ver lo extraordinario de esta pintura. No es importante el pintor, ni el escritor, ni el poeta, ni siquiera lo es el actor. Lo único importante en el arte es lo que nos dice, lo que nos comunica, lo que nos hace sentir. Sin duda es una forma de hacernos más humanos.
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