dilluns, de desembre 07, 2009

PREMI TURNER

Avui s’ha fallat el Premi Turner d’art contemporani , a bon segur el premi si no el més important , si el més conegut en especial per ser habitual que vagi acompanyat de grans polèmiques per la seva tendència a remarcar més allò que podríem definir com “art espectacle” que no pas per apostar per un art més pur i reflexiu. Enguany però la sorpresa ha saltat i el guanyador ha estat Richard Wrigth amb l’obra que encapçala aquest post i que per tant s’ha endut el taló per valor de 27.730 euros.

Segons explica “El País” en la seva edició digital:

Un enorme y espectacular diseño ejecutado con láminas de oro que acapara toda la pared de la galería sobresale entre los murales de Richard Wright, merecedores del premio Turner de arte contemporáneo, uno de los más prestigiosos de Europa a la par que controvertido. El artista británico se impuso por sorpresa a Roger Hiorns, cuyo apartamento convertido en una espectacular cueva de cristal azulado era considerada la apuesta favorita.

A pesar del inesperado desenlace, la edición de este año no ha presentado asomo de la polémica que aparecía inherente a este galardón desde su establecimiento, en 1984, para reconocer la obra de un artista menor de 50 años que desarrolle su trabajo en el Reino Unido. El grueso de la crítica ha coincidido en que las obras seleccionadas de los cuatro finalistas, todos ellos formados en la pintura aunque sus producciones abarcan diversos formatos, conforman una de las mejores cosechas de los últimos años.

Richard Wright (Londres, 1960) ejecuta intrincadas redes y pinturas en espacios arquitectónicos que son su principal inspiración. Pintor que trabaja en Glasgow, ha sido reconocido por los trabajos expuestos en una galería escocesa que desprenden su fascinación por la arquitectura, la geometría y las matemáticas. Compitieron con sus obras -que beben de fuentes tan diversas como la pintura medieval o la tipografía- el espacio abandonado y en ruinas que Hiorns llenó con 90.000 litros de sulfato de cobre para lentamente fueran cristalizando; con las esculturas y dibujos de Enrico David, entre las que destaca una forma cónica convertida en figura humana gracias al collage (la cara insertada en la pieza es la del propio artista); y con las instalaciones que la dibujante Lucy Skater, la única mujer entre el cuarteto finalista, crea a partir de fotografías.

El conjunto, que se expone en la sede de la Tate Britain hasta el próximo 3 de enero, tiene un punto transgresor y original, aunque alejado de la controversia que define el historial del Turner. Figuras tan asentadas como Anish Kapoor o Steve McQueen cuentan en su currículo la obtención del galardón, pero a la hora de hacer recuento siempre destacan aquellas obras que generaron enconados debates, como la vaca descuartizada y conservada en formol de Damien Hirst (1995), una pintura de Chris Ofilie ejecutada con excrementos de elefante (2008) o las cerámicas ilustradas con imágenes de alto contenido sexual que Grayson Perry ejecuta vestido de mujer. Opciones arriesgadas y valientes para sus defensores, aunque "pantomima cultural" según la legión de críticos convencidos de que el galardón suele primar el impacto publicitario frente a las consideraciones meramente artísticas.

El nombre de Wright, receptor de un cheque por valor de 25.000 libras (unos 27.730 euros), no encabezaba ninguna de las listas de las casas de apuestas británicas que, a decir de los entendidos en la materia, han registrado un volumen inusitado de operaciones en las últimas semanas (se especula que muchas procedentes del propio mundillo del arte).

L’obra , que serà tapada amb pintura blanca el proper 3 de gener , respon plenament a les característiques del guanyador , artista de formació figurativa i que treballa generalment amb pintures al fresc , de clara arrel decorativa i amb una voluntat “ inequívoca” , de cercar sempre els cànons de la bellesa.

L’atorgament d’aquest premi a una pintura , deixant de costat l’habitual parafernalia contemporània , ha obert immediatament el debat de sempre al voltant de la vigència real i efectiva de la pintura , o de sí al contrari aquest és el seu darrer suspir.
Un premi que no estaria gens malament fos motiu de debat i reflexió en aquest IMAC tan nostre, seguidor fanàtic del fet contemporani i genocida de la pintura.

(Les fotografies d'aquest post corresponen a dues obres de Richard Wright.
La imatge superior correspon a l'obra guanyadora)

1 comentari:

Pere-Màrtir Brasó ha dit...

El que mai he arribat a entendre és per que aquest premi només és per artistes menors de 50 anys (50!). Com si d'un artista de 51 a un de 49 hi pogués haver alguna diferència. D'això en dic discriminació per motius d'edat.

Ja em costa entendre aquest costum tan escampat de fer concursos de pintura "jove" (fins a 30, 35 o 40 anys), doncs el Turner encara més.