dijous, de novembre 04, 2010

DE LA PREMSA


De tant en tant ,el diari El País ens ofereix uns magnífics escrits sobre art que porten la signatura de Vicente Verdú ( foto ) , escrits que en més d’una ocasió hem reproduït en aquest blog.


Avui Verdú assoleix encara més nivells de mestratge amb un article impagable , de lectura lenta i digestió plena que mereix tota mena d’atenció i  que a més ens ha portat en certa manera l’assaig al voltant de l’obra de Josep Mª Codina , escrit per F.J.Yvars ( “Tiempo en blanco” ) que serà presentat el proper divendres dia 12 , a les set de la tarda a la llibreria Robafaves.
Amb paral•lelisme o no, l’escrit és un dels bàlsams que curen les rascades d’unes setmanes com les que portem, fàcilment qualificables com “difícils”

Lienzo en blanco. Vicente Verdú
El escritor siente pánico ante la página en blanco, se dice de continuo. Contrariamente, el pintor se experimenta invitado o recibido por el lienzo blanco que, desde el principio, le impulsa a pintar. La diferencia es capital puesto que mientras la escritura es un código complejo, la pintura es, en principio, un quehacer elemental. Con código posterior y de segundo grado, si se quiere, pero con la llaneza en primer lugar.


El escritor se impresiona ante el vacío de la página blanca mientras el blanco en pintura constituye de por sí una obra completa. La página vacía es una nada, pero el cuadro, aún sin manipular, es anticipadamente parte del cuadro o el cuadro repleto. No será de ningún modo posible reducir la pintura a la nada porque incluso la invisibilidad o la transparencia plásticamente le pertenecen. Lo no escrito, el signo no grabado, remite a una incertidumbre agotadora, pero el blanco en la pintura regala ya un color y con él se inicia la dialéctica.


Cualquier pintor tiene mucho adelantado con el lienzo impoluto: su cromatismo perfecto, su textura, sus haces de luz, sus proporciones, su inclinación, forman la obra. Considerado de este modo, la pintura se halla siempre prepintada. Tan condicionada por sí misma y su materia como relativamente dependiente del gesto del artista.


Se advierte, pues, que la pintura vive y habita entre nosotros mientras la escritura, a su lado, viene a ser un ingenio introducido en la comunicación. La pintura parte del alma y llega a ella sin mediación puesto que compone su paisaje primitivo. La escritura, sin embargo, no pertenece a la patria inaugural y debe pasar por la mente y sus dispositivos de aprendizaje.


La imagen pintada es la emoción dispuesta para ser degustada; la escritura, en general, exige, en cambio, un ejercicio de traducción que se desbarata si la atención de la lectura se debilita. Hay, sin embargo, en la pintura y en la escritura poética una cualidad similar en su composición y esta se detecta en el momento en que la obra en marcha adquiere autonomía y desde su personalidad entabla una conversación con el artista.




El escritor interacciona de tú a tú con el léxico en la poesía como el pintor se bate de tú a tú con el primer color, el segundo, la dosis y la morfología del tercero. El poema dice de sí mismo igual que la pintura que empieza a crecer. La pintura se dice y resuena dentro de un universo cuya música se halla también acantonada en la esfera del autor. En definitiva, la estética del autor no es real sin la estética del cuadro y viceversa. Su unidad decide el resultado. Ningún cuadro es bueno si se cierra en sí, pero a la vez ningún cuadro vale sin expresar autonomía, realización que no denota al autor, ni sus manipulaciones ni su inspiración.


El cuadro posee, en suma, un cerebro propio que unas veces se revela y otras no, pero siempre su revelación triunfante procede del tanteo entre el cuerpo del pintor y el cuerpo de la pintura. El cortejo entre ambos culmina en una imagen que ninguno de los dos pudo imaginar ni al principio ni en su desarrollo.


Todo cuadro está terminado cuando da por terminada la conversación y desde su posición nos contempla con la arrogancia de su independencia. Obra que surge como un suceso. Como un accidente que sucede en un momento impredecible, a través de unas formas y un tatuaje que lo presenta como cuerpo liberado. Emancipado del artista y emancipado del proceso. Cuerpo absoluto, solo y bautizado por el acontecimiento del color.

(Fotografia. "Quadrat en blanc " de Kasimir Malèvitx ( 1918 )


MÉS PREMSA



El diari La Vanguardia edita periòdicament uns monogràfics anomenats “Grandes Temas” en els que realitza un anàlisi exhaustiu d’aquells elements , fets o problemàtiques que tenen tanta actualitat com interès. En aquest més de Novembre n’acaba de publicar un dedicat a la Sagrada Família , amb el títol de “El sueño de Gaudí. La Sagrada Família” on de la mà d’una quinzena d’especialistes de primer ordre fa repassada a la mítica obra de Gaudí i a ell mateix , en un anàlisi entenedor i didàctic , en el que s’analitza al genial arquitecte i a la seva obra des de tots els angles .

Ens trobem, així amb una publicació de 124 planes en la que de la mà dels experts podem aprofundir en els aspectes biogràfics , intel•lectuals, socials, religiosos, artístics , arquitectònics , cristians , científics, tècnics etc.. Una publicació que capta fàcilment l’atenció i que t’obliga a a una lectura continua i apassionada i el que es millor, t’incita a visitar-la amb una òptica diferent.

He de dir que ja fa molt de temps que la Sagrada Família ha deixat d’interessar-me , en especial d’ ençà l’arribada de Subirachs i que he pensat que tot aquest afegitó l’ha convertit en una veritable mona de Pasqua , - semblant a la que s’oferirà a B16 -, però la lectura d’aquest magnífic monogràfic , m’ha picat la curiositat i crec que no en tardaré en fer-ne visita.

Si esteu com jo mateix , o al contrari sou fans de l’edifici i/o Gaudí , vagi el consell de fer-vos amb un exemplar d’aquest monogràfic ( 6 euros) , paga la pena. Un monogràfic en el que hi col•laboren amb articles Daniel Giralt- Miracle ( “ ¡Acabemos el templo! “), Arnau Puig ( “Las ideas semsibles de Gaudí”) i Pilar Vélez (“La aportación de los artista a la Sagrada Família”) , tots ells , jurats de la Biennal Torres-García , el que significa un punt més per que hom entengui el gran nivell del jurat de la nostra preuada Biennal.

TELEVISIÓ

Ahir dimecres , tal i com ja vàrem anunciar , vàrem prendre part amb en Lluís Albertí ( Museu de Llavaneres ) , Núria Poch ( Museu Bassat ) , Josep M. Codina i Teresa Roig , en el tradicional debat “Pantalla Oberta” , amb en Pep Andreu de moderador.

Encara que sovintegen les reemissions , en especial en el cap de setmana , podeu apropar-vos a la seva visió en el moment en que us vagi millor a http://m1tv.xiptv.cat

Penso que va ser prou entenedor i interessant.

Post escrit tot escoltant George Gershwin ( Rhapsody in Blue- Porgy and Bess ...)