LECTURES DIVERSES
No puc negar que soc en certa manera, un lector compulsiu de diaris. Si estic a casa o al país , el primer que faig és anar a comprar el diari . Em sembla que no sé esmorçar si no ho faig llegint la lletra impresa.
Sempre compro “El País” , però va acompanyat de lectures varies. En els dies feiners amb cultura esportiva a l’hora del cafè del matí , amb La Vanguardia o El Periódico fem l’esmorçar i si queda algun break possible, sempre dona temps per mirar l’altra o l’Avui.
En arribar a casa és l’hora de repassar els digitals , amb especial atenció al capgros.com , per veure que és el que ha passat en el dia.
Tot això sense depreciar els gratuïts que sempre ofereixen algun detall d’interès.
Aquesta setmana començava bé , amb un EPS per guardar. Entrevista amb Jon Sobrino , el jesuïta de la teoria de la lliberació. . Magnífic reportatge amb Luis Gordillo, recent Premi Velázquez. Reportatge al voltant de la ciutat de Getafe ( Mataró be en podria prendre nota d’algunes de les coses fetes per allà, vist el cert paral·lelisme al que sembla ens acostem). Mirada a la peculiar història de Chris Stewart , el bateria de Genesis , perdut ara a Las Alpujarras...
Però ha continuat encara millor.
Primer amb un magnífic article polític que Ferran Mascarell publicava ahir a “adn”. Un article impagable que hauriem de llegir tots, ciutadans i governants. Per això el transcric a continuació
'Nous ajuntaments, nova política'
La política no està de moda. Dels polítics es desconfia. La recent campanya electoral ha estat decebedora des del punt de vista de les idees i els projectes. Les eleccions han estat ignorades per més de la meitat dels electors. Els pactes post electorals entre els partits polítics han desorientat a més d'un. Les bones intencions de la nit electoral semblen ja oblidades. Però els nous ajuntaments estan ja constituïts. Per tant, tot i la desil·lusió de molta gent, tot i que molts ciutadans han decidit ignorar-los, el cert és que ara cal passar pàgina i reivindicar que cada ciutadà, malgrat tot, torni a fer política.
Una política diferent. La política del cada dia, dels qui no viuen de la política, dels que consideren que la ciutat és una propietat col·lectiva feta des del pacte i el diàleg, feta des de la il·lusió compartida, feta des de la convicció de què sigui com sigui cal lluitar pel benestar i el progrés, la justícia i la llibertat, feta pels que creuen que la democràcia és un valor que cal engrandir.
Les ciutats són projectes culturals. Són projectes compartits d'identitat individual i col·lectiva, d'innovació i creativitat, de comunitat. Les ciutats són les idees que d'elles tenim. Fer-les possible és cosa de la política. De la bona política. De la bona política que tracta de fer real, tangible i compartida la ciutat imaginada.
Constituïts els nous ajuntaments cal passar pàgina i tornar a l'acció política i cívica. Som els ciutadans els que creem les circumstàncies que fan les ciutats més o menys satisfactòries. Les coses que faran (o no) els nous regidors serà important, sens dubte, en la qualitat de la vida dels qui vivim en totes i cadascuna de les ciutats de Catalunya, però només l'acció política i cívica dels ciutadans vivificarà, qualificarà (i sovint rectificarà) la política dels nostres governants.
Igualment impagable l’entrevista de Vidal-Folch , avui a “El País” , realitzada a l’assagista Marc Fumaroli.
Tampoc te desperdici i paga la pena la seva detinguda lectura
"La cultura se ha convertido en una ensaladilla rusa, ¡en una pizzería!"
IGNACIO VIDAL-FOLCH - Barcelona
Marc Fumaroli (Marsella, 1932), autor de varios libros sobre la historia de la cultura francesa, estuvo en Barcelona para presentar la versión castellana de su ensayo El Estado cultural (editado por El Acantilado), que cuando se publicó en 1991 generó un intenso debate sobre los beneficios y los excesos de la intervención del Estado en la gestión de las artes.
Pregunta. ¿Qué le llevó a convertirse en todo un polemista cultural?
Respuesta. En realidad, en mis libros y en mis investigaciones he analizado la literatura pero también las condiciones en las que se produce. Siempre me han interesado las relaciones entre los poetas, los escritores, los artistas, los músicos con el poder real en el antiguo régimen. En la monarquía, el rey delegaba la función del mecenazgo en académicos, es decir, en gente de la profesión Y ante mis ojos, en la V República, nació un fenómeno totalmente diferente: una burocracia inventada para ocupar el lugar de mecenas colectivo. Y en la que los artistas, los poetas, los escritores, los hombres de letras no tenían voz ni voto. El Estado se presentaba no sólo como responsable del patrimonio de la conservación de los museos y de las actividades fundamentales de la educación, sino que él mismo pretendía ser una vanguardia literaria, artística, teatral, pictórica y patrocinar a sus propios artistas.
P. ¿Se refiere concretamente a los años en que Jack Lang era ministro de Cultura?
R. La tendencia existía ya en tiempos de André Malraux [ministro de Cultura entre 1958 y 1969], pero no se manifestó claramente porque Malraux no tenía el gusto de la Administración. El presupuesto de Lang, en cambio, era considerable, le permitió incurrir en gastos, contratar un buen número de funcionarios; ahora el Ministerio de Cultura tiene 30.000 funcionarios. Frente a eso, las academias del antiguo régimen constaban de 150 personas, que se elegían por ellas mismas y estaban compuestas únicamente por personas de conocimiento, de talento. Es evidente el contraste entre todo sistema de mecenazgo operativo -o sea, donde son los mismos artistas los que deciden quién tiene talento, quién tiene la fuerza creativa, quién aporta una novedad- y un sistema burocrático en que los funcionarios deciden si tal artista está de moda, está en la línea Eso es evidente cuando analizamos regímenes como el fascismo o el comunismo, pero también es peligroso en un sistema que se dice liberal, porque esta forma de protección sistemática de la cultura por el Estado no es precisamente liberal.
P. ¿El Estado cultural que usted denunciaba en 1991 sigue en vigencia? ¿Con Sarkozy va a americanizarse, como prevén algunos, el modelo de relaciones entre la cultura y el Estado?
R. Diga mejor entre las artes y el Estado. Yo ya no hablo de cultura porque se ha convertido en un término burocrático. A partir del momento en que todo el mundo lo usa de manera tan indiscriminada para designar la cocina, el rock, la moda, ha perdido su dignidad, su sentido. Mire, la forma de los americanos de resolver las relaciones entre el Estado, mejor dicho, los estados, y la cultura, es totalmente diferente de la nuestra. He querido comparar un sistema caricatural del sistema monárquico -el nuestro- con un sistema extremadamente flexible, diversificado, difícil de resumir: el de Estados Unidos, donde las artes, la danza, la ópera, y en gran parte la educación están financiados por el dinero privado y no por el Estado, y donde el Estado está relativamente ausente. Creo que ese sistema no podría implantarse en Europa. Pero el lado dirigista de ese mecenazgo cultural tal como los socialistas y los gaullistas lo establecieron podría ser revisado en profundidad, ya que ha producido resultados más bien nefastos. ¿Sarkozy? No sé, conoce mis ideas, ya veremos lo que hace, acaba de comenzar.
P. ¿Le conoce?
R. Sí, le conozco un poco, pero, en fin, no son éstas cuestiones que le apasionen.
P. Pues es una tradición de los presidentes franceses los intereses culturales pronunciados...
R. Bueno, hay que decir que él rompe un poco esa tradición, ¿eh? La rompe voluntariamente. No es el presidente francés canónico. Jamás he oído decir que Sarkozy tenga gustos literarios muy pronunciados. A lo mejor ahora se descubren... (Risas). Pero tampoco me gusta que los hombres de Estado se metan en estas cosas. Las artes y las letras deben desarrollarse por sí mismas; las vanguardias fueron movimientos inventados por individuos y a los que nadie mantenía. No es normal que los funcionarios se conviertan en la vanguardia del país. Recuerdo una de las cosas más ridículas del ministerio Lang: en un momento dado se conmemoraba la muerte o quizá el nacimiento de Rimbaud. Lang leyó en un Consejo de Ministros un poema de Rimbaud. Hizo que se leyese en todas las aulas de Francia un poema de Rimbaud. Fue verdaderamente grotesco.
P. ¿No le gusta Rimbaud?
R. Lo adoro, pero convendrá usted conmigo que no es un poeta que se pueda recomendar a la jefatura del Estado. El mero hecho de comportarse así demuestra que la cultura es una verdadera ensaladilla rusa. ¡Una pizzería! ¡No es lo que esperábamos que fuera! ¡No es la cultura de Goethe! Es una especie de ostentación, de esnobismo colectivo de un cierto número de referencias...
P. Repetidas veces en su libro valoriza el deber educador del Estado.
R. Yo digo que el Estado ha de ser modesto, pero tiene un poder enorme en su modestia: tiene que conservar el patrimonio, la enseñanza y todo lo que es previo a la actividad artística y la hace posible, pero no intervenir en el otro extremo, entre el gusto del público y la obra: eso hay que dejarlo a la libertad de ese público y del mercado.
P. Escribe usted que "es difícil disociar la enseñanza, la televisión y la cultura, pero es lo que sucede cuando se aísla a la última, o se pretende hacerlo, en un ministerio propio". El abandonismo del Estado sobre la televisión, ¿no es un factor de degradación de la formación?
R. Evidentemente. Si el Estado pretende democratizar la cultura, y quiere hacerlo sin tener el control de la televisión, no hará nada, porque hoy no son los libros los que forman a la gente, sino la televisión, que los más jóvenes miran tres o cuatro horas al día. Desde luego es paradójico tener un Ministerio de Cultura y no dotarlo de autoridad sobre la televisión
Certament demolidor.
VILS ANÒNIMS GENS ANÒNIMS
Si hi ha un perill en blogs, xats , foros, etz és la presència d’opinions “anònimes” , encara que moltes vegades ho siguin ben poc. Hi ha solucions per filtrar-les, però sempre les he menyspreat ja que així s’impedeix el comentari “anònim” amb firma posterior.
Darrerament apareixen en aquest blog alguns comentaris anònims molt identificables , dels que un bon amic qualifica com de “Los ángeles de ...” que es dediquen sistemàticament a defensar de manera diguem “poc correcta” i amb la covardia de l’anonimat a un nou regidor municipal a qui hem criticat sovint, i ho farem sempre que creiem que hi hagi raó.
Mai m’han afectat aquestes crítiques. Defineixen al que les fa i honoren al que les rep. Però mai podia pensar que arribessin als nivells rastrers de mofar-se duna minusvàlua.
Dir “que opino d’oïdes” quan exerceixo de crític d’art , sabent que tinc una important minusvàlua d’aquest sentit ja que fa un any vaig patir un problema greu que em provocà sordesa en una oïda i problemes en l’altra , és d’una vilesa que els qualifica del tot, i denota el rastrers que son.
Ells sols es qualifiquen desqualificant-se , però alhora col·loquen al seu nivell a qui volen defensar. Que ves a saber si és el que toca.
1 comentari:
Pere, són una claca perillosa cínica i maquiavèlica. Des del que està a la Diputació fins a la pobrissona que està a Sabadell. Si el socialisme és això anem bé!
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