De fa un temps que les “grans”
exposicions i en general els “grans”
actes culturals, son un quelcom més que no pas un simple fet, son òbviament un esdeveniment
cultural, però a més son un acte social i
econòmic.
La proliferació dels mateixos,
el creixement de la seva transcendència mediàtica , l’aparició del turisme cultural
i de la industria cultural, que a més cada vegada agafen més pes en el context
del P.I.B., els hi dona un valor afegit que fa que totes les administracions hi
dediquin els seus esforços.
Avui el diari “El País” dedica a
quest fet un ample i documentat escrit , realitzat per Ángeles García , que no
m’estic de reproduir per el seu interès que s’amplia als camps sociològics.
Un article que ve acompanyat del
Top Ten d’exposicions més vistes , entre les que podran observar no existeix
cap de les celebrades al nostre país. La llista és del tot correcta i no s’ha
fet cap distinció autonòmica , fet que
ens demostra que lamentablement en el camp artístic a Madrid ens passen la mà
per la cara. Per moltes raons que van més enllà del cultural, és ben cert , però
havent de reconèixer que l’interès del públic en general es molt superior allà
al pla castellà, que no pas per aquí la mediterrània , per més que ens pesi i
ens dolgui, que ho fa. I com exemple l’actual mostra de Miró amb forces cues
però que ni de bon tros arriben a les que s’esperava.
Filant més a prop bo és dir que
el primer anys de la Bassat a Mataró s’ha acomplert amb més vuit mil visitants , xifra
prou valuosa en la comparança amb espais d’igual gramatge. Una xifra que s’espera
superar enguany amb escreix en haver-se començat diverses activitats
complementaries com ho son les vistes guiades , les visites didàctiques
escolars i l’haver entrat en diverses rutes culturals de la ciutat.
EL ARTE QUE LLENA ESTADIOS DE FÚTBOL
Al director del Museo del Prado,
Miguel Zugaza, le gusta medir las visitas a las exposiciones comparándolas con
el aforo del Camp Nou (100.000 personas). Llenar esos estadios imaginarios es
el objetivo no enunciado que persiguen los responsables de los grandes museos
españoles. Y lo cierto es que, a diferencia de tiempos remotos, cada vez son
más los ciudadanos que optan por el arte como la mejor manera de ampliar
conocimientos y pasar su tiempo de ocio. No es un fenómeno específico de
España. La exposición Leonardo da Vinci. Pintor en la corte de Milán
inaugurada el pasado miércoles en la National Gallery de Londres, agotó todos
los pases hasta finales de diciembre 24 horas después de su apertura.
En España, el aumento de visitantes crece de manera imparable. En 2010, el
incremento en los museos nacionales fue del 8% respecto a 2009. En lo que va de
año es del 11%, sin contar con que en el periodo de vacaciones navideñas se
experimenta un alza espectacular en las visitas. La última encuesta de hábitos
culturales de los españoles recoge ese crecimiento y especifica que un 90% de
las visitas se realizan por motivos no profesionales.
Enrique Varela, subdirector General de Museos Estatales, explica que el
perfil del público nuevo que va a los museos es predominantemente femenino, y
la edad media es de 42 años: mujer, adulta joven, que trabaja y tiene estudios
superiores. Para estas mujeres, se trata de una actividad eminentemente social,
realizada de un modo espontáneo, acompañado de pareja, hijos, familiares o amigos.
Varela adelanta que, según un estudio que el Ministerio de Cultura dará a
conocer en diciembre, la cultura en general y los museos en particular
desarrollan una función de refugio, un remanso emocional, estético, ideológico
o intelectual frente a las incertidumbres y el bombardeo de lo cotidiano que
nos rodea.
La exposición que el Museo del Prado dedicó a Velázquez entre enero y marzo
de 1990 resultó ser un acontecimiento sin precedentes en España por su
repercusión y por el interés multitudinario que despertó. A lo largo de esos
meses, las colas desbordaron el paseo del Prado. Por primera vez, se
sobrepasaron los 500.000 visitantes -cinco estadios del Barça, que diría
Zugaza- un número que entonces no soñaba alcanzar ningún museo.
Pero 21 años después, especialmente en la última década, las cosas han ido
cambiando mucho para beneficio de la cultura. Los directores de museos,
entregados a la clara misión de difundir sus colecciones, encontraron un filón
económico también en la programación de exposiciones temporales. Aparte las
muestras-espectáculo de las que tantas veces se quejó Philippe de Montebello,
director del Metropolitan de Nueva York durante 30 años, las exposiciones que
en este tiempo han arrasado en España y compiten en las listas internacionales
de las más visitadas.
A la cabeza, y en los dos primeros puestos, aparece el nombre de Pablo
Picasso. Picasso. Tradición y vanguardia, celebrada simultáneamente en
el Prado y en el Reina Sofía, entre el 6 junio y el 25 septiembre de 2006, sumó
785.189 visitantes. La segunda permitió mostrar en España, en la sede del Reina
Sofía, una parte esencial de los fondos del Museo Picasso de París. Entre
febrero y mayo de 2008 la vieron 547.810 personas. Juan Muñoz, Sorolla, Manet,
Goya, Tintoretto, Gauguin, los impresionistas o Antonio López copan los
siguientes puestos. El caso del artista manchego -con 318.169 visitantes entre
el 28 de junio y el 25 de septiembre de este año- ha supuesto un récord para la
Fundación Thyssen. Cuando concluya en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde
se puede ver actualmente, López puede adelantar varios puestos entre los más
visitados.
¿Qué ingredientes ha de tener una exposición para lograr el interés masivo
del público? Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, opina que más que
el número, que también le interesa, lo importante es crear estructuras de
mediación para que el visitante se apropie del relato expositivo. Y añade que
los éxitos populares tienen un tirón muy importante porque a la gente le gusta
ir a ver nombres que ya conoce. "Van a reconocer, más que a conocer".
En el caso de Picasso cree que el pintor malagueño es autor de una obra que
puede sorprender una y otra vez.
A la hora de hacer la programación, Borja-Villel reconoce tener en cuenta
al público, pero asegura que lo importante es el relato. "El público no es
solo la mayoría. Busco al público compuesto por una multiplicidad de minorías.
En tres años al frente de este museo, hemos logrado 1,5 millones de visitantes
más".
¿Seguirá siendo Picasso el rey de las exposiciones en los próximos años?
"Seguramente sí, porque forma parte del imaginario colectivo como un ser
sagrado y superior. Algo que también pasa con Van Gogh, por ejemplo",
concluye el director del Reina Sofía.
Las diez más vistas
- Picasso. Tradición y
vanguardia. (Prado y Reina Sofía). Del 6 de junio al 25 de septiembre de
2006. Visitantes: 785.189 (Prado: 380.310 y Museo Reina Sofía: 404.879).
- La colección del Museo Nacional
Picasso de París. Museo Reina Sofía. Del 5 de febrero al 5 de mayo de 2008:
Visitantes 547.810.
- Juan Muñoz, retrospectiva.
Reina Sofía. De abril a agosto de 2009. Visitantes: 483.156.
- Sorolla. Museo del Prado. Del
26 de mayo al 13 de septiembre de 2009. Visitantes: 459.267.
- Manet en el Prado. Del 14 de
octubre al 8 de febrero de 2004. Visitantes: 439.043.
- Goya en tiempos de guerra.
Museo del Prado. Del 15 de abril al 13 de julio de 2008. Visitantes: 437.327.
- Tintoretto. Museo del Prado.
Del 30 de enero al 27 de mayo de 2007. Visitantes: 424.235.
- Impresionismo. Fundación
Mapfre. Del 15 de enero al 22 de abril de 2010. Visitantes: 327.000.
- Antonio López. Fundación
Thyssen. Del 28 de junio al 25 de septiembre de 2011. Visitantes: 318.169.
- Gauguin y los orígenes del simbolismo. Fundación Thyssen. De
septiembre de 2004 a enero de 2005. Visitantes: 279.591.
(els remarcats de l'escrit son fets per mi )
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